Celebramos los
de la creación del Centro de Investigación en
Salud de Manhiça (CISM), en Mozambique
10 claves
Para entender el impacto del Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM) en Mozambique y más allá de sus fronteras
10 claves
Para entender el impacto del Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM) en Mozambique y más allá de sus fronteras
Textos e infografías: Departamentos de comunicación de ISGlobal y del CISM, con la colaboración de Quique Bassat y Denise Naniche.
Se cumplen 25 años de la creación del Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM), uno de los proyectos más emblemáticos de la histórica relación de cooperación entre España y Mozambique.
Desde el inicio, el propósito del CISM ha sido investigar las causas de enfermedad y mortalidad en Mozambique, con el objetivo de generar evidencia científica que pueda servir de base para el desarrollo de las políticas públicas en salud.
A través de 10 claves vamos a entender el impacto que ha tenido el CISM en Mozambique y más allá de las fronteras del país.
01
Datos de calidad como herramienta de salud
Desde su concepción, el CISM apostó por disponer de datos fiables y de calidad y estableció un sistema funcional de plataformas de vigilancia geográfica y demográfica, así como de morbilidad, que se juntan todas para producir investigación de primer nivel.
En los inicios se delimitó y mapeó una zona de estudio (la plataforma geográfica), se hizo un censo de la población y se implantó un sistema de registro de toda migración, nacimiento y muerte (la plataforma demográfica). Además, también se documentaron las patologías en todos los menores de quince años que acudieron al Hospital de Manhiça (plataforma de morbilidad). A lo largo de estas más de dos décadas, la zona de estudio se ha ampliado y en la actualidad abarca todo el distrito de Manhiça (2.380 km²) y algunas zonas del distrito de Mopeia, con una población de estudio de más de 209.000 habitantes.
Estos elementos, el área geográfica delimitada, el censo demográfico y la vigilancia de morbilidad son los tres pilares esenciales sobre los que se sustenta todo el trabajo de investigación del CISM.
“Las plataformas son las herramientas de investigación más importantes que tenemos. Permiten medir las tendencias demográficas de la población, elaborar mapas precisos de la distribución de enfermedades y determinar tratamientos más efectivos que terminan beneficiando no solo a la población local, sino al país y al mundo entero.“
António Sitóe, jefe del Área de Clínica del CISM
02
Hacia la eliminación de la malaria
Infografía 2: El CISM ha colaborado, gracias a la investigación biomédica y a la asistencia clínica, al descenso de la prevalencia de malaria entre la población infantil en la provincia de Maputo (Mozambique).
“Como investigador de una determinada generación, no siempre tienes la oportunidad de incidir en las políticas públicas como parte de tu trabajo. He tenido el privilegio, como investigador y director del CISM durante más de 10 años, de participar en estudios en el campo de la malaria, por ejemplo, sobre la eficacia de la sulfadoxina-pirimetamina (SP) como Tratamiento Preventivo Intermitente en niños y niñas, o de varios fármacos derivados de artemisinina con amodiaquina (AQ). Los resultados de estos estudios fueron utilizados por el Ministerio de Salud de Mozambique como base para cambiar en 2002 la primera línea de tratamiento de la malaria de cloroquina a la combinación de SP-AQ (Boletín Oficial de la República de Mozambique de 25 de diciembre de 2002).“
Eusebio Macete, director del CISM desde el 2008 al 2021
Históricamente, Mozambique ha sido uno de los países con mayor carga de malaria en el mundo. A pesar de los grandes avances de los últimos 25 años, la malaria sigue siendo un problema grave de salud pública en el país.
Desde su creación en 1996, el CISM ha hecho de la malaria su principal línea de investigación. A nivel global, entre sus aportaciones más relevantes se encuentran el desarrollo y evaluación de estrategias de prevención y tratamiento de la malaria en mujeres embarazadas, hoy convertidas en recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la actualidad, el CISM trabaja para aumentar la cobertura de estas estrategias en cuatro países africanos, siendo uno de ellos Mozambique, en el marco del proyecto TIPTOP.
A nivel local, el CISM ha tenido una incidencia directa en la provincia de Maputo (y más en concreto en los distritos de Manhiça y Magude) a través de los programas de control y eliminación de la malaria en el sur de Mozambique. Un claro ejemplo de ello es el proyecto Magude llevado a cabo en el sur de Mozambique a través de la Alianza Mozambiqueña para la Eliminación de la Malaria (MALTEM), que tenía como objetivo demostrar si era posible eliminar la malaria en zonas rurales y endémicas de África subsahariana. Pese a no lograr interrumpir totalmente la transmisión, el proyecto consiguió reducir la prevalencia de malaria en el distrito en un 85% y evitar unos 39.000 casos.
En la provincia de Maputo, además, la prevalencia de malaria entre la población infantil ha descendido de forma espectacular entre el año 2000 y la actualidad. Esta reducción se debe, con toda probabilidad, a varios factores asociados con los cambios socioeconómicos protagonizados por el país y a las medidas de control de malaria implementadas por el Ministerio de Salud mozambiqueño, pero es indudable que el CISM ha colaborado gracias a la investigación biomédica y la asistencia clínica.
“Es alentador para un investigador ver que el largo recorrido de sus actividades de investigación no resulta en vano y que el conocimiento generado permite la implementación programática de una determinada herramienta para salvar la vida de los más vulnerables.“
Pedro Aide, coordinador del Área de Malaria del CISM
03
Vacunas que salvan vidas
El CISM ha generado la evidencia necesaria para introducir las vacunas contra la meningitis, la neumonía y la diarrea en el Programa Extendido de Vacunación de Mozambique. El impacto que la introducción de estas vacunas ha tenido es evidente.
Además, el centro participó en los ensayos clínicos de la primera vacuna contra la malaria, la RTS,S, que ha significado un importante avance científico en la historia de la humanidad al tratarse de la primera vacuna que existe contra un parásito.
En 2009 se introdujo la vacuna contra el Hib en Mozambique tras una solicitud del Ministerio de Salud a GAVI, la Alianza para la Vacunación. El Gobierno utilizó para esta petición la evidencia generada a partir de varios estudios desarrollados por el CISM, que concluyeron que una de las causas principales de neumonía y de meningitis en la comunidad de Manhiça es la bacteria denominada Haemophilus influenzae tipo b (Hib).
Cuatro años más tarde, en 2013, los estudios sobre la carga de enfermedad asociada a otra bacteria, el neumococo, sirvieron también para pedir a GAVI que apoyase la introducción en Mozambique de la correspondiente vacuna. Las vacunas neumocócicas conjugadas PCV10 y PCV13 son en gran medida responsables de la importante reducción de la incidencia de la neumonía en el país.
Por último, personal investigador del CISM también participó en el estudio sobre diarreas en población infantil más exhaustivo realizado en países de renta baja, que demostró que el rotavirus es la principal causa de diarreas en niños y niñas. Con esta evidencia, en septiembre de 2015 Mozambique introdujo la vacuna contra el rotavirus en el Programa Extendido de Vacunación del país.
“Gracias a las plataformas y a nuestra experiencia en la realización de ensayos de vacunas, hemos podido responder rápidamente al desafío de la COVID-19 en diferentes ámbitos: social, epidemiológico y en la generación de evidencia científica, ya que hemos estado involucrados en la preparación de ensayos de vacunas para la COVID-19.“
Inácio Mandomando, coordinador del Área de Enfermedades Bacterianas, Virales y Otras Enfermedades Tropicales Desatendidas del CISM
Infografía 3: Las vacunas neumocócicas conjugadas PCV10 y PCV13 son en gran medida responsables de la importante reducción de la incidencia de la neumonía en Mozambique.
“Más allá de la investigación que ha llevado a la vacuna RTS,S a ser la primera vacuna contra la malaria implementable en África subsahariana, la investigación realizada en el CISM ha salvado miles de vidas en el país gracias a los datos aportados para sustentar la introducción de vacunas tan importantes como las que protegen contra las neumonías, las diarreas y el cáncer de cuello uterino“
Quique Bassat, director del programa de malaria de ISGlobal y enlace científico interinstitucional entre el CISM e ISGlobal
04
Entender de qué mueren las mujeres
Infografía 4: El CISM es pionero en los estudios sobre las causas de muerte materna, uno de los agujeros negros en las estadísticas del continente africano.
“La gran mayoría de las muertes maternas ocurren en países de baja renta, y lo más dramático es que se deben a causas perfectamente evitables con medios asequibles. La colaboración entre el CISM, el hospital Central de Manhiça, el Hospital Clínic de Barcelona e ISGlobal, ha contribuido a conocer mejor estas causas. Esto debería permitir actuar sobre ellas y acabar con esta lacra inaceptable en el siglo XXI. No hay excusas para no hacerlo.“
Clara Menéndez, directora de la Iniciativa de Salud Materna, Infantil y Reproductiva de ISGlobal y cofundadora del CISM
Obtener datos fiables sobre las causas de enfermedad y muerte es una de las mayores dificultades con la que se encuentra el personal científico para investigar. En este contexto, el CISM es pionero en los estudios sobre las causas de muerte materna, una de las asignaturas pendientes en las estadísticas del continente africano.
En 2008, personal investigador del centro publicó los resultados del primer estudio necrópsico en Mozambique para investigar las causas de la mortalidad materna. Este estudio abrió una línea de investigación nueva sobre el diagnóstico de causas de muerte en países en desarrollo en la que el CISM, junto con el Hospital Central de Maputo e ISGlobal, han desarrollado y validado la técnica de autopsia mínimamente invasiva. Un estudio publicado en 2017 validaba esta técnica para determinar las causas de muerte materna, especialmente para infecciones y otras condiciones indirectas.
La técnica desarrollada puede jugar un papel clave para reducir la mortalidad en los países de renta baja, como Mozambique, ya que permite una mejor vigilancia de las enfermedades con mayor carga de mortalidad y, de este modo, posibilita una mejor planificación y priorización de los recursos.
“Hablar de la muerte en nuestro contexto ha sido un gran desafío, pero también un camino de aprendizaje. En contextos rurales como Manhiça, las mujeres han sido objeto de acusaciones, en relación con la muerte de recién nacidos u otros fenómenos adversos de carácter social. Esta actitud de la sociedad hacia las mujeres está influida, en parte, por valores culturales combinados con limitaciones en el conocimiento sobre la salud y la enfermedad desde un punto de vista biomédico.
Es gratificante ver, a través de nuestros estudios socioconductuales, que la comunidad está satisfecha de conocer las verdaderas causas de muerte. Esto contribuye no solo a la eliminación del estigma dentro de la población, sino también a elevar el estatus social de las mujeres en la comunidad.“
Khátia Munguambe, antropóloga e investigadora del CISM
05
VIH/sida. De una sentencia de muerte a condición crónica
El VIH/sida es otro de los grandes problemas de salud en Mozambique. Cuando el Ministerio de Salud mozambiqueño comenzó a distribuir antirretrovirales en la provincia de Maputo, en el año 2005, el CISM empezó a investigar de forma seria a través del programa de VIH/sida. No lo hizo antes por motivos éticos: no querían investigar y testar a la población si no había tratamiento disponible para los que obtenían resultados positivos.
El CISM ha contribuido con sus estudios a la mejora general de los indicadores de HIV en el país. Un ejemplo sería el estudio de la prevalencia comunitaria, la incidencia y la resistencia al tratamiento, información indispensable para que las instituciones puedan tomar decisiones bien fundamentadas, por ejemplo, sobre la distribución de los recursos o el manejo clínico para evitar resistencias. La evidencia generada por el CISM, por ejemplo, muestra que la prevalencia de la infección por VIH en Manhiça es superior al 30%, por encima de la prevalencia nacional y provincial. Además, diferentes estudios señalan la necesidad de desarrollar intervenciones para facilitar el acceso a la cascada de cuidados.
“Sabemos que el diagnóstico y tratamiento precoz del VIH son fundamentales para controlar la epidemia de sida en Mozambique, pero aún existen muchos desafíos como la retención en la atención médica de las personas que viven con el virus o el acceso a pruebas de laboratorio. Además, la evidencia sobre el impacto de la enfermedad y el tratamiento antirretroviral en la calidad de vida de los enfermos es escasa.
Comprender las necesidades especiales de atención clínica de las personas que viven con el VIH, así como las intervenciones dirigidas a reducir la carga de enfermedad y la identificación de herramientas de monitoreo adecuadas para los países de renta baja serán puntos clave para el futuro de nuestra área de investigación.“
Tacilta Nhampossa, coordinadora del Área de VIH/sida del CISM
06
Visibilizar la tuberculosis en Mozambique
Infografía 6: Gracias al CISM, se ha visualizado la importancia de la tuberculosis como causa de muerte y que Mozambique es uno de los países con más carga de esta enfermedad del mundo.
“La tuberculosis sigue siendo uno de los principales problemas de salud en Mozambique, en África, y en el mundo. A través de estudios epidemiológicos, el CISM ha podido enseñar la enorme cantidad de personas que sufren tuberculosis pero que no son diagnosticadas y que contribuyen a una alta mortalidad por esta enfermedad en Mozambique.“
Alberto García-Basteiro, investigador de ISGlobal y coordinador del área de tuberculosis del CISM
Mozambique es uno de los países con más tuberculosis del mundo y alrededor del 60% de los enfermos están infectados también con VIH. En la última década, el CISM ha situado esta enfermedad como una de las líneas de investigación prioritarias y estratégicas de su agenda científica.
Gracias a los datos aportados por el CISM, se ha visualizado la importancia de la tuberculosis como causa de muerte y que Mozambique es uno de los países de alta carga de esta enfermedad del mundo, incluido para la tuberculosis pediátrica.
Investigadores del CISM proporcionaron por primera vez datos sobre la evolución en la tendencia de casos e indicadores de tuberculosis a lo largo de 16 años (1997-2012) en el distrito de Manhiça, al sur de Mozambique, cuando el número de nuevos casos se triplicó. Estos datos ayudan a entender mejor la actual epidemia de esta enfermedad en el país, uno de los pocos países que no ha logrado disminuir su incidencia en los últimos años.
Además, también realizaron el primer estudio en Mozambique, y uno de los pocos en África, que estima la incidencia de tuberculosis en menores de 3 años. Los resultados demuestran la elevada incidencia de la enfermedad ya a edades muy tempranas y pone en evidencia las dificultades que tiene el sistema de salud para diagnosticar la tuberculosis pediátrica.
“Después de contribuir, a través de los estudios realizados en el distrito de Manhiça, a la generación de conocimiento sobre la carga de la enfermedad en nuestro país, el equipo de tuberculosis se encuentra ahora realizando diferentes ensayos clínicos para encontrar nuevas formas de tratar la tuberculosis.“
Dinis Nguenha, médico de las áreas de Tuberculosis y VIH/sida del CISM
07
Apoyo al Hospital Distrital de Manhiça
Mozambique apenas tiene personal sanitario. Según datos de la OMS, 0,8 médicos por 10.000 habitantes. Manhiça, sin embargo, es un caso aparte.
El CISM ha tenido un impacto notable sobre el Hospital Distrital de Manhiça, tanto en el desarrollo de su infraestructura como en la mejora del tratamiento clínico de los pacientes. Donde a principio de los años noventa había un centro de salud, hoy hay un hospital de distrito con unos volúmenes de personal sanitario capacitado y de pacientes que se han multiplicado.
En este sentido, la mejora en el manejo clínico de los pacientes (sobre todo niños y mujeres) que son atendidos en el Hospital Distrital de Manhiça ha sido uno de los grandes logros del centro en este tiempo.
Gracias al apoyo de la AECID, de la ACCD, de la Unión Europea y del Gobierno de Mozambique a través de los Ministerios de Sanidad y de Ciencia y Tecnología, el CISM ha contribuido a lo largo de estas más de dos décadas a la mejora del Hospital de Manhiça. Lo ha hecho mediante la construcción de nuevas infraestructuras (una maternidad, un bloque quirúrgico, consultas, una unidad de pediatría y otra de ensayos clínicos, aparato radiología, planta incineración), el apoyo técnico, la elaboración de guías clínicas para el manejo de casos, y la contratación y formación de personal. El centro también ofrece apoyo en las tareas de laboratorio, encargándose de procesar la totalidad de las muestras pediátricas y asumiendo aquellas pruebas que no pueden hacerse en el Hospital o en los centros de salud, como, por ejemplo, las del diagnóstico de la tuberculosis.
“Desde hace más de quince años trabajo como enfermera en Manhiça. A pesar de las restricciones y desafíos que supone la pandemia de COVID-19 y los riesgos a los que como profesional de la salud estamos expuestos, tengo la suerte de poder seguir ejerciendo mi profesión con pasión, cuidando a los que más lo necesitan.
Apoyar a las mujeres en edad reproductiva, a las embarazadas, ver nacer a los niños en situaciones difíciles y acompañarles es muy gratificante y un orgullo.“
Maria Madalena, enfermera
08
Una generación de científicos formada en el CISM
Infografía 8: La formación de personal investigador es uno de los ejes prioritarios del CISM.
“Hablar del CISM es hablar de mi trayectoria profesional. Gracias al aliento y apoyo que mi mentor y colegas me brindaron durante seis años, así como a la experiencia adquirida, he crecido personal y profesionalmente.
Creo que el CISM es el lugar ideal para capacitar a jóvenes investigadores como yo para seguir carreras en investigación científica y contribuir a promover la salud de las poblaciones más vulnerables de mi país.“
Olga Cambaco, estudiante de doctorado que trabajó en el CISM durante 6 años como coordinadora de proyectos
Cuando se creó el CISM, la formación de investigadores era una de las prioridades tanto para la AECID y el grupo del Hospital Clínic como para el Gobierno de Mozambique. Prueba de este esfuerzo lo encarna el actual director general del CISM, Francisco Saúte, que fue el primer joven en beneficiarse del programa Training Fellows. La iniciativa continúa a día de hoy y beneficia a las actuales generaciones jóvenes.
Gracias al programa Training Fellows, los licenciados mozambiqueños interesados en desarrollar su carrera profesional como investigadores científicos en el área de la biomedicina adquieren experiencia directa en proyectos del CISM y también pasan un tiempo de su formación en la Universidad de Barcelona (UB). Tienen además la oportunidad de realizar estancias en otras universidades, centros de investigación u organizaciones internacionales.
El CISM también acoge a estudiantes y médicos residentes de diferentes países y de diversas especialidades para que efectúen rotaciones. Muchos investigadores de ISGlobal y la UB se han beneficiado de hacer su trabajo de campo en Manhiça.
“Hablar de CISM es, en gran medida, hablar de mi trayectoria académica y profesional. Llegué con el primer grupo de jóvenes recién graduados en medicina de la Universidade Eduardo Mondlane. El CISM me dio la oportunidad de formarme y convertirme en investigador. Hice un Máster en Epidemiología de la Malaria en la Universidad de Barcelona. Después, gracias a los conocimientos y experiencia adquiridos, puede contribuir al desarrollo del país y la región de África Subsahariana, como director del Programa Nacional de Control de la Malaria, jefe de la División de Enfermedades Transmisibles del MISAU y asesor de USAID para la Iniciativa del Presidente de los Estados Unidos en Angola y Ruanda.
Ha sido un gran orgullo volver a la institución que me vio crecer, primero asumiendo la dirección científica durante cinco años y ahora la dirección general. Me gustaría reafirmar el Centro como el camino formativo de líderes científicos, no solo para la sostenibilidad del Centro, sino para el país y el mundo.“
Francisco Saúte, director general del CISM
09
Investigación multidisciplinar de excelencia
Lo conseguido en las diferentes áreas de investigación a lo largo de los últimos 25 años ha situado el CISM entre los centros científicos más potentes de África. Esto es especialmente relevante si tenemos en cuenta la realidad del país cuando se creó el centro: los pocos médicos que había en el país debían priorizar la asistencia clínica y se hacía muy poca investigación científica.
El perfil de investigadores que ejecutan los estudios del CISM es muy variado, e incluye un importante componente de ciencias sociales y economía de la salud. Por poner un ejemplo, el CISM ha realizado numerosos estudios de coste-efectividad de una intervención en salud, o de la aceptabilidad que puede recibir por parte de la comunidad, aspectos que en el pasado estaban muy marginados dentro de la investigación biomédica pero que son fundamentales para influir en las políticas de salud.
“En los últimos 10 años se ha producido un crecimiento exponencial del número de publicaciones, pasando de una media de 19 publicaciones en los primeros cinco años a 57 en los siguientes cinco.
Este crecimiento se debe al número de proyectos que finalizan, al número de estudiantes de postgrado y, en especial, a las alianzas que ha tenido el CISM con otros centros a nivel internacional, que reflejan el gran dinamismo de un equipo joven y multidisciplinar.“
Vasco Sambo, coordinador científico del CISM
10
Un bien público global
Infografía 10: El trabajo de estos últimos 25 años ha hecho que el CISM sea considerado uno de los centros científicos más importantes de todo el continente africano.
“La historia del CISM representa un legado que nos implica a todos y nos deja una importante responsabilidad: dar continuidad y seguir potenciando un modelo de cooperación a través de la investigación y la formación que no solo ha beneficiado a Mozambique y a España, sino al conjunto de la salud global.“
Antoni Plasència, director general de ISGlobal
“Es ilusionante y muy gratificante ver como 25 años después, ese sueño, o la apuesta por un mundo mejor –“el proyecto Manhiça”–, se hizo realidad. Logramos alcanzar los objetivos que nos propusimos al establecer un centro de investigación y desarrollo en una zona rural del país, que se centraban en tres pilares complementarios: generar conocimiento a través de la investigación en los problemas de salud prioritarios de estas poblaciones; fortalecer el capital humano con la formación de personas técnicas e investigadoras del país; y la atención sanitaria de las comunidades que albergan el centro.“
Pedro Alonso, director del Programa Mundial de Malaria de la OMS y cofundador del CISM
El CISM nació como un proyecto de la Cooperación Española, impulsado por investigadores del Hospital Clínic de Barcelona (España) y del Instituto Nacional de Sanidad y la Universidad Eduardo Mondlane de Maputo (Mozambique). Sin embargo, para llegar a ser una fuerza transformadora para el país y el continente africano era necesario que el CISM se integrase en el sistema mozambiqueño. En 2008 se establece la Fundación Manhiça, lo que otorga al centro un anclaje nacional sólido al estar liderada y dirigida por investigadores mozambiqueños.
Además, a lo largo de estos últimos 25 años, el CISM ha obtenido fondos competitivos de organismos tan relevantes como la Fundación Bill y Melinda Gates, EDCTP, la Fundación “la Caixa”, entre otros muchos, que han apostado por la ciencia desarrollada en Manhiça.
Lo conseguido a lo largo de estos 25 años ha situado el CISM entre los centros científicos más relevantes de África. Como reconocimiento a su labor científica, entendida como herramienta de desarrollo, y a su labor formativa, el centro recibió en 2008 el Premio Príncipe de Asturias de cooperación internacional y en 2014 la «Medalha Bagamoyo» por la labor que desempeña en la formación de futuros investigadores.
“El CISM representa a la perfección las relaciones de cooperación entre Mozambique y España. Los lazos de amistad, colaboración, respeto e intercambio entre diferentes instituciones gubernamentales, académicas y no gubernamentales, así como personas de ambos países, se ven reflejados en la Junta de Patronos de la Fundación Manhiça.“
Leonardo Simão, presidente de la Fundación Manhiça, entidad gestora del CISM
Créditos de la imágenes: 1,6. Aleix Cabrera/ISGlobal – 2. Alfons Rodríguez – 3,4,7,8,9,10. Andalu Vilasanjuan – 5. Quique Bassat